Juega que juega, me inicié en tu juego,
sólo por verte comencé a beber,
pronto la vida me enseñó a perder
cuando me viste caminando ciego.
Junto a la barra me mirabas luego,
casi beodo y sin apenas ver,
subo mi copa con afán de ser…
brindo por ti y a tu meced me entrego.
Glaucos tus ojos…, me miraste fría,
frío sentí mi corazón dañado.
Quiero entenderte, aunque no podría.
No me ayudaste, te sentiste ajena,
siento me vieras por el suelo ajado:
Loco por ti, y sin causarte pena.
Ulpiano Ulpy
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