Se te volvió piel la tristeza enmohecida
y velos del quebranto cubrieron tus ojos.
Se te volvió lágrima la esperanza perdida
y el horizonte se desaguó de amaneceres.
Se desnudó la muerte en zarpas cruentas
y acarició la vejez de tus sueños yermos.
Se hurtó la nostalgia las estériles quimeras
y resguardó en sollozos el camino al olvido.
Melancólica la música que canta el tiempo
y balsea la impotencia acordes de silencio.
Doblegada la interrogación en los instantes
y postrada de rodillas clamando sus réplicas.
Senda con improntas ataviadas de desdicha
donde un réquiem llora partidas impuestas.
Vía inclemente corroyendo vidas laceradas
legando ausencias en el sufrimiento eterno.
Un abrazo pronunciándose bálsamo tenue
a tanto dolor… a la desidia de los destinos
a tanto duelo… a la pesadumbre que asfixia.
(Un abrazo a Galicia y toda España)
Diego López (Argentina)
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