Amante que compartías desayunos en la época del sol,
(todo el de Marbella en tu piel), te siento todavía y te recuerdo con tus gafas oscuras nadando en la luz.
Vuelve tu rayo de impermanencia amarilla; vuelve tu ardor; tus entregas.
Aquel tiempo se quebró en el almanaque.
Por eso se mueren los pájaros.
SUSANA CATTANEO
Publicado en el blog extranjera
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