miércoles, 5 de junio de 2013

OYENTE

La narradora comienza con la clásica fórmula: "Había una vez, en un país remoto,,,"
El auditorio contiene hasta la respiración.
En el fondo de la sala, alguien se apura a ubicarse.
La historia discurre: ..."El hombre sale con paso rápido de su casa"... A pocos metros, en un bar, una mujer aguarda"...
Y llega el final. La atención se traslada al habitante del fondo: un perro, sentado.
Mientras abandonan la sala, uno dice: "Parece que al perro le gusta que le cuenten historias."

Teresita Saint Esteben de Farmiñán –Dolores-
Publicado en el blog poemasenanil

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