En mi ausencia te dejaré una rosa
reposando sobre la almohada,
su fragancia te inundará de rocío
como un jardín en una bella mañana.
Cuando despiertes de tu hermoso sueño
la magia y el aroma te embriagan,
recordarás mis besos y caricias
como la mar besa sus olas blancas.
Quisiera amanecer en tus brazos,
pero tuve que marchar por una razón,
dejé la rosa roja de pasión en mi lugar
para que te acompañen sus pétalos
y no sufra tu enamorado corazón.
Mas quisiera a tu lado amanecer,
que nuestro amor comience a renacer
Rosario Ayllón -Cádiz-
Publicado en la revista Tántalo 67
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