Tan suave como una flor
que el viento me ha regalado,
y dulce como el pichón
que mira el mundo asombrado
siento en mis labios latir
ese beso que me has dado,
tomándome de sorpresa,
cual regalo inesperado
haciéndome al fin sentir
que Dios estaba a mi lado,
y un mundo lleno de gracia
a mi se había acercado.
Ese beso que me diste
quedó en mis labios guardados
y lo suelo presentir
cuando no estás a mi lado,
elíxir lleno de miel,
carta de un enamorado,
que me regaló al partir
y que mantengo guardado
mientras espero feliz
el sonido de sus pasos
que lo traerá hacia mi
junto al momento deseado,
y otra vez recibiré
ese presente anhelado,
que como flor de jazmín
sembrará feliz mi amado.
Sheina Leoni -Uruguay-
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