Cuando calienta el sol
Los individualismos escuálidos que arrastramos nuestras conchas llenas de espejos y piedras,
cerramos las orejeras como perros
viejos y temerarios,
y nos escondemos tras
nuestros maravillosos y cochambrosos egos.
Nuestros macilentos,
míseros,
orgullosos,
alicaídos egos.
Cuando calienta el sol.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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