Con esperanza total
se encendió su primavera,
y no era sueño o quimera,
ni fantasía…fatal…
Era tan bella su entrega
no lo podía dudar,
¡¡¡Mi vida, si esto es amar
yo muero, si el amor llega!!!
Nada podía faltar
en aquel perfecto sueño,
él, se creía su dueño,
¡¡¡La llevaría al altar!!!
De copo en copo absorbió
su entrega de primavera,
y como un tierno colibrí
volaste, si, a la primera!!!
Quedó triste, mal herido,
y entre cigarro y desvelo
entendió su primavera,
tan vacía… como el humo,
de aquel, su ferviente anhelo.
DARWIN I. FLORES VARELA
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