El sol en la ventana florecía
una tarde de Marzo, mansamente.
Tu boca era un panal ebrio que urgente
clamaba de mi boca compañía.
El tiempo se paró por si podía
quedarse así de amor alzadamente
y un sueño de naranjas en poniente
cuajó horizontes donde muere el día.
¡Qué denso el palpitar se fue callando!
¡Qué pobre la palabra contenida!
¡Qué plena en su canción la sangre hablando!
El aire era de luz. De luz la vida.
De luz ese clamor que fue granando.
De luz busca mi voz ser tu medida.
JUAN JOSÉ ALCOLEA JIMÉNEZ -Badajoz-
Publicado en el blog los-poetas
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