Yo soy, guío a ángeles y demonios,
siempre a mi libre albedrío
desde los albores de los tiempos,
unos días los rechazo y otros los venero.
En intemperante roce de mundos
juntos de la mano el bien y el mal,
unos días me traen paz y felicidad
otros cambian de rumbo y solo siento soledad.
Por el azar me dejo llevar,
en orillas blancas mi alma descansa,
en desiertos ardientes mi corazón se colapsa,
infierno y tierra mi albedrío baraja.
Hoy, viajo a un plano superior,
veo el mundo y sus miserias
a niños afligidos por el desamor,
desahuciados de la vida por un sin sentir compasión.
Me avergüenzo vuelo a un plano inferior,
hay días que en el me desenvuelvo mejor,
mi parte humana prefiere vivir sin filosofar
ser rebaño y en nada pensar.
LOLA WIZNER
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