En cualquier lugar del alma
del ser o del sentimiento,
apareces en mi mente
como ráfagas de viento.
Y sacudes mis esquemas
rotos y desmenuzados,
con el soplo de tu aliento
cuando te tengo a mi lado.
Y yo temblando de miedo
porque me siento mujer,
me deshago y me derrito
como el azúcar en el café.
Como una loca te busco
al son de unas alegrías,
por si quieres que te ame
bailando unas bulerías.
Y me recreo en tu cuerpo
marcando bien el compás,
doblándome en tus hechuras
como el junco en el juncal.
Siento mi cuerpo en tus manos
como guitarra española,
despertando entre tu arte
tiritando en tu persona.
Juan Ruiz Moral
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