En un pequeño estante de la sala
Reposa la sonrisa que dejaste
La luz de la tarde se desliza
Y brillan tus ojos de gata, como el jade
Descanso mi mirada y me sorprendo
Respirando el aroma de tu aliento
Entonces tu risa lo llena todo
Disipando la niebla del ensueño
Oigo tambores en la estancia
No son sones de guerra ni aventuras
Y descubro que viene de mi pecho
Clamor de corazón en la penumbra
ALFONSO BARO ALCEDO -Puerto Real-
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