Por la mañana soñé
que me escuchabas de nuevo
y tampoco decías nada
callabas como siempre
y no respondías preguntas
Escuchabas historias de sordos,
de silenciosos. Historias de máscaras
que se ponen y se quitan
en cincuenta minutos.
Los medicamentos y los artículos de librería
que tengo delante no esperan nada de mí
tampoco esta hora de siesta desaprovechada.
Hay un remolino de acuerdo
a cada reposo
No hay líneas en la dirección
del aliento.
Marcá una columna. Una enumeración.
Marcá un signo de paso.
Marcá una X.
Marcá algo al final
del apuro por comprender todo.
Javier Cófreces -Argentina- De: Mar de fondo
Publicado en la revista Estación Quilmes
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