La muerte es breve, simple, rotunda
Sin embargo no muere solo un cuerpo
Se acaba un mundo, y queda un cuerpo encerrado en la pequeña inmensidad de un ataúd
¿Dónde van los secretos? ¿Adónde vuelan los recuerdos cuando ya no tienen dueño? ¿Y los sueños?
La muerte es breve, simple, rotunda
Pero no solo muere un cuerpo
¿Cuál será el último aroma que respire? ¿Sentiré un gusto amargo al dejar mi vida?
¿Y mi tacto? ¿Sentiré mi último abrazo?
¿Qué oiré? ¿El mar, la lluvia, el cantar de un pájaro?
Solo espero, poder ver, a mi lado, a un ser amado.
No, no, no solo muere un cuerpo.
Publicado por
MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama
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