Un vuelo se inicia, llevándose el verde
levanta las alas hacia el horizonte
busca en su camino todos esos brotes,
la pradera cede, todo palidece
Se queda el paisaje, cubierto de calma,
que se tornasola solo con la lluvia
gotas que bendicen y calman la furia
de todas las llamas que en verano danzan.
El otoño guarda juventud del alma
descubre tesoros entre rayos claros
que rinden tributo a una tarde blanca.
El calor se esconde, gira hacia la escarcha,
el otoño carga los sueños dorados,
y el mundo le enciende la luz de esperanza
EDITA GAITE
Publicado en la revista deliteraturayalgomas
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