LA MUJER DE OTRO

Prohibido juzgar, también prohibido desear a la mujer del prójimo....
Pero yo te deseo, a cada instante mis ojos te buscan y mi corazón se contenta cuando te veo y no eres mía, pero lo serás.

Preciosa dama que me envuelves dentro de tu atractivo, si supieras que sé más de ti que de mí, que me paso la vida pensando en hacerte mía, que te espio cuando te cambias a través de la ventana, las cortinas transparentes te delatan y vibra mi piel por sentirte y tiemblan mis labios por besarte.

Placer que me atrapa inmensamente, escuchar tu voz es como una caricia que me toca suave como filigranas en el alma, cómo hacerte saber que comenzaré mi pecado, que buscaré la forma de acercarme y robarte, seré el ladrón más apasionado y feliz.

Y aunque me condenen después de estar contigo, de haberte disfrutado en un apasionado abrazo, de haberte hecho el amor, de tocarte y desesperarme por fundirme en ese acto tan soñado como el sexo, después lo que digan no me importa, seré tu escudo para que no te dañen, diré que fui yo el que te llevó a esta situación de amante; y no me odies, si esto pasa, ojala de mi te enamores......

SIL TORRES -Argentina-