La sonrisa le pidió tregua a la tristeza
en una noche oscura de tormenta
La tristeza accedió un poco asustada
porque de la alegría no quería saber nada.
Pero al alegría astuta como siempre
fue hasta en el fondo de la laguna
encontró a la luna dorada dormida,
que al verlo la tristeza no sabía.
La luna en los días de tormenta era mágica
su misión el de unir almas perdidas
escondiéndose en sus corazones asustados
porque el amor no conocían.
Ahora entendía mucho más la tristeza
del porque de la acción de la alegría.
Es que no se había dado cuenta
que había dos enamorados
que no se veían, ni se sentían.
La tristeza al saber del hecho
accedió gustosa a el pedido,
que juntas uniendo sus fuerzas,
conseguir el objetivo.
ESTELA MARTINS
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