EL VIENTO HACE BAILAR A LAS CORTINAS

El viento hace bailar a las cortinas
y entra sin llamar y sin permiso,
y únicamente la luz que entra por la ventana
puede alumbrar su vacío.
El silencio se hace mi íntimo amigo
y baja hasta mi memoria
los sueños que no han podido convertirse en polvo.
Mis manos huidizas
acarician las palabras que definen tu invierno
y las sombras amenazan en agraz
con marcharse para siempre.
Y no me quedan más cartas de amor
que aprenderme de memoria,
ni más aliento que el aire
que traspasa tu almohada.
Y aparentar sonrisas,
abrir de par en par el paso del tiempo
y esperar, paciente,
oyendo las pisadas furtivas de la incertidumbre.
Sin decir nada,
sólo olvidando,
de cuando en cuando,
los relojes oxidados

Del libro Olvidadizo de que lo hacía, quise quererte de ENRIQUE ROJAS GUZMÁN -Chiclana-