Ese libro sufriente me escupe en la cara
sus babas de praliné.
Se trata de una enhebrada novela de Cormac Mccarthy,
que retuerce sus tentáculos
protestando su artrosis,
y su impudor
ante el horrendo espectáculo
de su postura genocida.
Ultrajado
ubicado en decúbito supino,
literalmente de culo,
al libro y su dolor,
se le retuerce una hoja.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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