AVALANCHA

Mientras me derrumbaba en tus brazos
sólo alcanzaba a experimentar
una amargura imposible de describir
que no me abandonaría fácilmente.

Sintiendo como una avalancha
de sentimientos quema mis fibras
narcotizadas por esperanzas
imposibles de racionalizar
que me arrastraron a tu cama.

Supurando sangre por las heridas
abiertas que disfruto infringiéndome
todos los días de mi existencia
desde que tengo memoria.

Intento reconciliarme conmigo mismo
aceptar los errores que he cometido
pero no me es sencillo reconocer
a la persona en la que me he convertido
gracias a tu odiosa influencia.

ALEXIS BRITO