sábado, 26 de enero de 2013
TIEMPO DE VALIENTES
Hace tiempo abandoné,
derrotado y amnistiado,
mis primeras rebeliones, arrojadas y noveles,
balbuceantes, de amantes y amadoras,
de rabia contenida y continente,
de sal flotando en las heridas, de juiciosa ira,
de esa aurora de pureza hecha simiente.
Hace tiempo abandoné,
indultado y exiliado,
las furtivas rebeliones de cantinas y carteles,
incipientes rebeliones, que hace tiempo que olvidé
porque no quise mirar, y hace tiempo que callé
porque no quise gritar, y hace tiempo que escapé
porque no quise escuchar, y hace tiempo que no soy
porque no quiero llorar, pero seré.
Hace tiempo que me fui
pero sé que volveré por contemplar
cuanta ruina pude acumular
cuando no quise mirar, gritar, escuchar, llorar.
Hace tiempo que sellé cada palabra al paladar,
cuánto tiempo sin hablar, cuánta furia derramé
por las grietas del callar.
Hace tiempo que olvidé cada gesto y cada afán
porque quise respirar y vivir por defender
lo que no logré alcanzar.
En la marcha hallé la causa, efecto y ansia de volver,
con mi verso renovado, más sencillo y atinado,
más doliente y convencido
de morir pero matando al imperio consentido
del silencio amedrentado.
Me fui para volver con los versos del pasado
a soñar con el fracaso de una casta agradecida
que convierten en milagros las miserias padecidas
por un pueblo aletargado.
Me fui para volver con despecho maquillado,
con el pecho desgarrado por palabras malnacidas.
Me fui para volver con afán de replicar
exabruptos de tu escaño
y con mis labios refrescados
poderte contestar
que no quiero más esclavos
que no quiero más durmientes,
quiero ver un sol naciente
quiero un tiempo de valientes
por un cielo más humano
y una tierra de insurgentes
con el alma entre los dientes
y el honor en ambas manos.
Gustavo González -Valladolid-
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