martes, 1 de enero de 2013
MAYODORMÍA EN SIDEWINDER
El día que acepté la mayordomía de esta casa en Sidewinder, el señor Ullman me previno:
—De los ruidos de las habitaciones del ala oeste no haga caso; allí son malísimos los cimientos.
Luego, al tercer día, con astuta familiaridad, al marcharse hacia el Overlook, un hotel aislado en el que
trabaja como administrador:
—Queda usted a cargo de esta casa, que contiene los fantasmas de mis abuelos paternos. Le confío mi vida.
Hasta que sonó la campanilla desde el lado oeste, el último jueves, creía que el señor Ullman había hablado en ese sentido figurado, aunque acaso un poco prosaico, con que los escritores frustrados aluden a las cuestiones sentimentales.
¡Cómo de labores hay desde aquel día! ¡Qué trabajoso es quitar de las paredes las huellas sangrientas de los abuelos!
Basado en la novela El Resplandor de Stephen King
Marcelo D' Angelo (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 123
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