Aquí no hay dios, ni griego ni romano,
que presida ninguna ceremonia.
No hay oro ni laurel para los vencedores.
Aquí no hay más que un piquete de obreros,
con martillos neumáticos, rompiendo la calzada,
haciendo un pozo que no será nunca
el ombligo del mundo, la fuente de las revelaciones.
Un pozo más hondo que el sentimiento de los dioses,
más negro que el propio corazón humano.
Del libro Triunfo de lo real de
César Cantoni -Argentina-
Publicado en la revista Poesía del mondongo
No hay comentarios:
Publicar un comentario