Y continuamos seguros
porque el olor del pan que partes para mí
me hace invencible.
Osmar Luis Bondoni
Este oficio de celebrarse
escalando entre peldaños del día
donde el presente gasta su asombro
o corroe los puentes que salva el deseo,
hasta el columpio de la luz desnuda
insinuándose en las formas,
en el equilibrio de unos gestos
donde crecen horas cercadas de costumbre,
a la espera de unos ojos que alimenten
el porvenir de otra confianza,
como una memoria hecha
del latido de tu aroma,
en el afán que asedia victorioso
la persistencia de esta gracia
abierta a los sentidos.
Del libro Despeñaderos de Pablo H. Domínguez -Argentina-
Publicado en el blog fijandovertigos
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