Encarnados labios
cuyos besos llevan
el sabor de la mentira
desconocen
que dejaron en la ignominia
unos ojos furiosos
que han olvidado la piedad.
Nadie les dijo que había otro camino
solo veían el sendero
de unos indolentes
labios encarnados
que victimaron su alegría.
Encarnados labios
que ignoraron borrar
el arco iris que cargaba consigo
la lluvia
de un amanecer distante
pero placentero
que traía sobre si la luz del sol
a estos viejos cielos.
Encarnados labios
pasaron por alto un detalle
Con tantos astros luminosos...
¿Quien necesita de su misera linterna?
Lucy Veras
Publicado en el blog mi-pagina-blanco
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