Sabe la mañana
el agrio abandono de la ilusión.
El corazón se agarra
en húmedas brumas.
Cae el llanto
cristalizadas lágrimas
sin ver nada.
Los álamos, entre las flores
miran insatisfechos.
El manto celestial
hace sonar su voz.
Se suspende el día
en burbujas que jamás retornan
tan distantes sus venas
cual desiguales caminos.
Se aleja la vida.
Juliana Mallén Matarranz. España
Publicado en la revista Oriflama 20
No hay comentarios:
Publicar un comentario