Dicen que frotando las palabras con un papel, algo mágico sucede. Dicen que así el espíritu se alivia y los ojos se abren. Luego, dicen, al hombre se hace poeta, también escritor. Y son la pluma, los andares y los libros, su alimento más preciado… así entonces, yo vivo y escribo: Tercamente humano y
humanizante.
Luis Daniel Gutiérrez. Argentina
Publicado en la revista Oriflama 20
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