sábado, 25 de agosto de 2012
REBELIÓN SOCIAL...
El conformismo imperante en nuestra sociedad es cada vez más plausible, en todos los ámbitos sociales, pues parece ser que las personas con una estabilidad económica patente y con un bienestar galopante, se deja de lado el cultivo del espíritu, en todo lo relacionado con la cultura y se vive casi siempre pensando en lo material, en adquirir bienes de consumo y vivir el día a día a tope, que eso está bien, pero a veces ocurre que existen vacíos difíciles de llenar que conducen a las depresiones posmodernas, con la vida agitada que llevamos y no nos paramos a reflexionar, a tomar un respiro en nuestro ciclo vital e intentar cambiar el ritmo de vida y exigirnos a nosotros mismos una calidad de vida, que las sociedades desarrolladas podemos alcanzar en ésta sociedad del bienestar en la que estamos instalados.
El lado positivo de esta sociedad occidental decadente es que hoy día se es más permisivo, aunque ocurre que el libre albedrío impera y la libertad se convierte en libertinaje y además los jóvenes y los de edad madura suspiramos por un mundo sin guerras, aspiramos a la paz, a la solidaridad internacional, a combatir el hambre y la pobreza y eso se canaliza a través de las oenegés que hacen una gran labor social y a miles de voluntarios que dedican un tiempo de su ocio particular para dedicarle a los demás y eso hay que valorarlo en su justa medida y más con el carácter individualista de nuestro mundo cotidiano.
El lado negativo es que hay que ser políticamente correcto con el orden establecido y el que se mueve no sale en la foto, como hace unos años retrató muy bien un político socialista y estamos amuermados y sin ganas de protestar por nada, ya pasó a la historia aquellas reivindicaciones sociales de los años de la transición, en los que la gente salía a la calle sin miedo, aunque fueran reprimidos por las fuerzas de orden público, pero se vivía un tiempo nuevo, de cambios sociales y la ilusión colectiva se entreveía en las personas y la esperanza de un futuro mejor. Ahora un marasmo colectivo nos atrapa y vemos las orejas al lobo, con las deslocalizaciones industriales y la globalización y si hay que apretarse el cinturón, pues se aprieta y los sindicatos ahí están en connivencia con el gobierno sin protestar y esperando la subvención gubernamental y sin tomar medidas urgentes para defender al trabajador, que para eso están o no, eso sí no se olvidan de cobrar su cuota mensual, aunque de nada sirve a la hora de la verdad, porque no somos competitivos y todas las industrias fuertes del país se las llevan a China y aquí nos dejan con el culo al aire y se acepta descaradamente rebajar los salarios de los trabajadores, para mantener los puestos de trabajo, eso es chantaje empresarial y sino llega un inmigrante y coge cualquier trabajo, porque lo necesita urgentemente, el empresario se aprovecha de él pagándole un sueldo bajo y vas tú a pedir trabajo y por supuesto te dan las mismas condiciones que a ese inmigrante y así se está deteriorando el mercado laboral, con las contratas-basura o pistoleras, como algunos las llaman y así España señores no va bien.
Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-
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