El elogio de mis pies
mis manos cantan la
esa una
pena / una
El sonido de mis pies
gotas de agua que van descalzas trayendo lluvia
El color de mis pies
ningún blanco es tan verde
La voz de mis pies
Ellos corren a un lugar obscuro
cerca del miedo
cada vez más lejos
donde el reptil no mira sus costados.
Me perdí en esa mirada vental
De la víbora que recorre el piso
de mi casa
o en esa bocanada feroz
o en la tormenta carmín
de una noche enfundada
No dejo entrar ese viento
que sonámbulo me toca
No quiero ser columna
De “Las cavidades ausentes” - 2000 de
Lía Colombino Asunción, Paraguay - 1974
Publicado en la revista Isla Negra 322
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