Como una sola estrella no es el cielo,
ni una gota que salta, el Océano,
ni una falange rígida, la mano,
ni una brizna de paja, el santo suelo:
tu gimnasia de jaula no es el vuelo,
el sublime tramonto soberano,
ni nunca podrá ser anhelo humano
tu miserable personal anhelo.
¿Qué saben de lo eterno las esferas?,
¿de las borrascas de la mar, las gotas?,
¿de puñetazos, las falanges rotas?,
¿de harina y pan, las pajas de las eras?...
¡Detén tus pasos Lógica, no quieras
que se hagan pesimistas los idiotas!
PEDRO BONIFACIO PALACIOS -Argentina-
Publicado en la revista Carta Lírica 40
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