jueves, 23 de agosto de 2012

LA HIJA DEL ENTRENADOR


 Como tantas veces había hecho de niño. Desde la muerte de su hermano mayor en aquel trágico accidente de tráfico había intentado que su padre no notara la ausencia dejando de lado faldas, lazos, muñecas y optando por pasar su tiempo con deportes o herramientas. Ahora, de nuevo estaba ahí, con su vieja gorra de béisbol, sentada en el banquillo del equipo que entrenaba su progenitor y mirando hacia el campo con el único aliciente del amor que sentía por el “pitcher” rival, “Whitey" Ford. Imaginó como sería empezar una vida juntos. Miró de reojo al entrenador y alejó esas estupideces de su mente.

AZAHARA OLMEDA

No hay comentarios:

Publicar un comentario