Uno se cansa de pronunciar
las mismas palabras
por eso despertamos con un rostro distinto
y sientes el deseo de borrar tu nacimiento.
Se necesita de alguien
que se acerque a tu puerta
y te levante en sus brazos diciendo:
«Vamos conmigo
y juntos podremos conquistar el horizonte».
Y como no aparece
quien te alce en sus brazos
te vas quedando un poco solo
es decir un poco muerto.
Elmys García Rodríguez, Holguín, Cuba
Publicado en la revista Carta Lírica 40
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