sábado, 4 de agosto de 2012

A LA LUZ


Ya no es la oscuridad, como en los años
juveniles, por calles y plazuelas,
sorteando las luces, centinelas
de la modestia, adustos ermitaños.

Hoy la luz no acobarda. Tú y yo, extraños
al gentío, que en rutas paralelas
nos envuelve al pasar, o a las abuelas
comadreando entre sus burdos paños,

besamos, y reímos, y absorbemos
nuestros jugos bucales, sin que optemos
por las zonas oscuras, apartadas.

Si carismática la luz nos besa,
¿por qué evadirla? Nuestro amor se expresa
igual junto al farol que en las almohadas.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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