lunes, 2 de julio de 2012
UN ACONTECIMIENTO NO REPORTADO
-¡Despierta! —La voz de Martín en el intercomunicador—, ¡no lo vas a poder creer!
Carlos llegó a la sala de monitores aún en bata y de a pasitos. Las luces del ala Este titilaban. Martín señaló hacia una de las pantallas mientras degustaba la situación.
—¡¿Verde?! —Preguntó Carlos, colocándose las gafas—... Es… ¡U-un bosque!
—¡Mira —exclamó Martín sorprendido—, un pájaro blanco! ¡Increíble… una paloma!
Y quedaron en silencio, abrazados y felices, contemplando los movimientos sugerentes de las ramas ante la brisa. Es que los vigilantes no imaginaban ver, a sus años, semejante acontecimiento desde la base Imbrium, en la Luna. Reían, aun sabiendo que nunca más pisarían suelo terrestre.
—Los de menos de sesenta no valorarán esto como nosotros —dijo Martín—, qué…?
Los sensores se activaron de nuevo, las cámaras buscaban el objetivo cuando, de repente, una sombra blanca salió de entre los árboles. Parecía ser un hombre de cuarenta, amortajado, de barba larga y cabello moreno. Dio tres pasos afuera, y bostezó desperezándose. Martín se tomaba la cabeza y su compañero temblaba.
—No —balbuceó Carlos—, no puede ser.
— ¡¿Un zombi?! —gritó Martín, entusiasmado—… o un prófugo. Debería reportarlo — colocó su índice sobre el intercomunicador y miró a Carlos—… Lo reporto… ¿no?
El hombre de blanco gritó en las calles quebradas. Las cámaras lo siguieron setenta metros hasta el estacionamiento del Wall Mart. Tomó una botella de vino de los escombros, se sentó sobre un banco de jardín y bebió de a sorbos durante un tiempo.
Martín tomó un acercamiento a su rostro curtido y de expresión despreocupada.
— ¿Je-Jesús? —Carlos babeaba, absorto—... ¡Jesús!
El rostro en primer plano miró a cámara, sonrió y guiñó el ojo.
Carlos apagó el monitor. Martín desconectó el resto.
Claudio Leonel Siadore Gut (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 119
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