El futuro adelanto en el poema
— ah, si pudiera hacerlo con la vida— ,
porque siempre me quiero en la estampida
de la voz y del verso que me quema.
Hay un sueño salido de la llama
que reinvento al chocar con mi enemigo,
traidorzuelo que nunca anda conmigo,
pues lo arrojo a morir en una cama.
Son tiempos de excretores y escribientes:
detesto caminar junto a los viles;
amo el centro del fuego en que ardo y soy.
Despierto de mi sueño con serpientes:
revivo codo a codo con los miles
que me esperan, reclaman y ya voy.
Waldo González López, EUA-Cuba
Del libro: Que traje de la costa y del oleaje
Selección de Renael González Batista
Publicado en la revista Carta Lìrica 40
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