Imposible saberlo. Quiero decir
dónde la hallamos
o cómo, siendo lo que somos,
conseguimos coagularla de golpe
y entregarla en herencia.
Tan sólo sé que no elegí,
que la oscura claridad del Universo
me traspasa con ella,
que su manantial de dones,
de ojos, de formas sin forma
acaricia ese pliegue sordo
donde el niño que fuimos,
somos y seremos,
patalea,
rabia,
llora,
se sorbe los mocos,
irascible, se desgañita en vano.
Alberto Infante. España
Publicado por la revista Oriflama 16
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