Las cicatrices que rodean mis músculos
flotan a cinco centímetros de mí.
Las cicatrices que rodean mis músculos
son como sanguijuelas de humo.
Las cicatrices que rodean mis músculos
son el estaque de mi cansada calma.
Las cicatrices que rodean mis músculos
abrazan los desperdicios de la memoria.
Las vidas no se construyen como
fosas sépticas en un manantial de ámbar rígido.
Las vidas no se construyen como
la artrosis de las circunstancias.
Las vidas no se construyen como
raíces de mucílago y engrudo.
Las vidas no se construyen
para ser rotas con hachazos de belleza.
Las vidas no se construyen con cicatrices.
Las cicatrices acicalan los yerros de papel.
La vida es la cicatriz de lo real.
Los huesos de los músculos conforman
las cicatrices de un mapa mudo.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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