lunes, 25 de junio de 2012
LA NAVE ESPACIAL
He vuelto a recuperar la fe. Mi vida ha transcurrido en una constante lucha por buscar explicaciones a todo aquello que me producía una insatisfacción o me parecía una injusticia; he estado rodeada de enfermedad y muerte, durante años no encontré respuesta a los problemas que se presentaban al interior de mi familia, pronto el odio y el resentimiento se albergaron en mi corazón; maldije a Dios, desprecié a la vida, odie a mi prójimo y desee la muerte, llegué a tener la certeza de que todos los caminos estaban cerrados para mí y hasta acaricié de cerca la posibilidad del suicidio.
Encontré una luz al final del túnel y creí encontrar la solución a mis problemas, me aferré a la ciencia, ahí tenía que estar la explicación y me empeñé en alcanzar los más altos grados académicos, pero pronto descubrí que ahí tampoco estaba la respuesta. Hasta que llegó a mi vida la verdadera luz, un chamán que con su sabiduría me acercó a todas las teorías detrás del apocalipsis, me di a su estudio y pronto comenzamos dentro de nuestro grupo a preparar todo para poder salvarnos del fin del mundo que llegará el 21 de diciembre del 2012.
Mi chamán contactó con vida extraterrestre, logró negociar que una nave espacial nos recogiera a todos aquellos que hemos dedicado los últimos años de mano de nuestro líder a purificar nuestra alma y pensamiento para estar a la altura de aquellos que vendrán por nosotros y nos salvarán de la inminente catástrofe, mientras de lejos veremos desaparecer a la raza humana, tan llena de defectos y de pecados; hoy entiendo que valió la pena todo el sufrimiento anterior ya que a través de mi búsqueda encontré el camino de la salvación; la nave está a solo nueve meses de venir por nosotros. Hoy solo me queda un pendiente y estoy decida a resolverlo ahora mismo, debo convencer a mi hermana, que sé que aunque agoniza puede escucharme, de que se aferre a la verdad; me acercó a ella y la tomo de las manos, entonces le ordeno:
Hermana, no mueras aún, estás muy cerca de alcanzar la salud y la felicidad eterna; la nave está por llegar.
Mª del Socorro Candelaria Zarate (México)
Publicado en la revista digital Minatura 119
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