Cuando miro el reír de la tierna brisa
acariciar tus soles, mi gitana
tras el cerrar y el abrir de tu persiana
mi pobre corazón late a prisa.
Cuando el eco azul de tu fiel sonrisa
me entrega su nácar en su manzana
tú, tierna, dulce, gran samaritana
¡soy cual bandera atada! por tu driza.
Cuando el rocío en tu voz cristaliza
en mi horizonte eres el filigrana
que me consume y me carboniza.
Cuando por fin te tengo, cruel indiana
bebo a embriagarme de tu piel cobriza
porque tú eres al fin ¡mi soberana!
EDGARTULIO QUINTANA BORDES -Cuba-
No hay comentarios:
Publicar un comentario