¿Y por qué no ser como el aire?
Del que unos huyen, al que otros buscan.
¿Y por qué no ser como la lluvia?
La que a unos encanta, y a otros disgusta.
Ser uno mismo, ser como quieras.
Sin humedades ocultas, sin falsas caricias.
¿Para qué ansiar la perfección?
¿Para qué tener una gran lista de amigos
a los que no tienes nada que decir?
No busques la aprobación en todos
y sé tú misma gustándote como eres.
Sé como el aire del que unos huyen
como la lluvia que a tantos disgusta.
Publicado por MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO en su blog dondehabiteelolvido-airama

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