Todas las banderas
llevan sangre en su tela,
vergüenza y miseria
en sus colores
y sus mástiles
son costillas
secándose al sol.
Todas las banderas se hacen para engañar
y mientras la plebe sin nombre
de los miserables
morimos por ellas
otros regüeldan
y se limpian la boca
después de no hartarse nunca
de devorar cadáveres.
Del libro Poemas de urgencia de FRANCISCO TOMÁS BARRIENTO EUSEBIO -Campofrío-
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