a Rolando Revagliatti
revisa algo
diluido entre sus dedos
se inclina a verlo mejor
desde unos metros lo mira el otro hombre
parados ambos en la esquina de la plaza
que contiene como de fondo, a la infeliz Confitería del Molino
un lugar evocable desde cualquier punto y tiempos del país
y desde los otros lados del río
ahora resulta complicado apartar más la cámara
sería preciso al menos que, como un perrito
el ocular viajara a bordo de un satélite
y abarcara el estuario del Plata
los supuestos cuadros se redujeran a pizcas intersticiales
en los efectos visuales que provoca la digitalización
es probable que esta imagen rebotara
para terminar confinada
y a dialogar / dislocada / adherida
a un cavilar que en nada se le corresponde
reglada por este esparcimiento
/ Borges
le encontraría una profunda significación despojada de cualquier afecto
y tal vez previendo, la haya perpetrado preteridamente
la lente
(ojo del que se agachó a la pelusa en su dedo)
permanece empantanada / permanece
un acuoso claroscuro
/ refleja a la manera del ojo
de este costado de la vaca del Buda
(si alguna lo tuviere por dueño)
Buda podría explicar que inclinarse a ver mejor
también es causa
de que alguien, perennemente superior
se nos acerque
DEL POEMARIO EN PREPARACIÓN “BP TANGOS”
de Simón Esain
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