Nada del mundo, ni siquiera la lámpara, nos vio esa noche.
Pierre Louÿs
Detrás de ti
suelto las esquinas del kimono
entonces sólo el mar
y peces fugitivos en mis manos
mientras lenta la caracola entre tus piernas
da su antiguo canto de vida.
Publicado por Juan Carlos Céspedes (Siddartha)
en la revista La Urraka 29
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