Avanzo con mi rifle. Avanzo con mi rifle con balas de plata. Avanzo con mi rifle con balas de plata mientras me digo: “¡No es Manuel! ¡No es tu hermano! ¡Está hecho de Luna, y tú de barro!”. Avanzo con mi rifle y con mi tambor de ideas. De pronto lo oímos: le canta a su Señora. Le canta a su Señora y me digo: “¿Lo ves? No es como tú; no es como los bípedos de barro: aúlla como un animal, se babea, ruge; tú, en cambio, cantas los Salmos Penitenciales. No eres un idólatra, no: no tienes a una Señora en el firmamento, no… ¡Amén!”.
Pero me traiciono y me digo: “Yo lo conocí. Lo conocí en el Seminario. Nos formamos juntos. Nos ordenamos el mismo día; nos ordenamos sacerdotes el mismo día”.
Entonces recuerdo que una vez él enfermó… Le dije: “Abraza tu fe; toma el crucifijo; rézale al Padre.” El se rió; él blasfemó: me gritó que me fuera; me gritó que recogiera mis faldas amaneradas y me fuera. ¡Y me tiró con el crucifijo! ¡El mismo que ahora cuelga de mi cuello!”.
Y me dijo poco antes de que yo abandonara el cuarto: “Le pedí a la Luna que me sanara…, y Ella me envió a uno de sus testigos: éste me mordió, ¡y mi sangre ungida me liberó de mis impurezas!”.
¡Por eso ahora le canta a su Señora! Está cerca; está adelante: lo presiento. “¡Lo presientes porque es tu hermano!”, pienso. Y me contesto: “¡No! ¡Está hecho de Luna, y yo —¿acaso no lo sabes?—, yo estoy hecho de barro!”.
Lo veo. Me espera. No importa que todo un pueblo le esté dando caza. Él me espera a mí: me señala; blasfema; se ríe. ¡Ruge! Así que yo me persigno al tiempo que oigo la sentencia de mi lengua: “¡Está hecho de Luna!”.
Avanzo con mi rifle con mis balas de plata con mi tambor de ideas: ¡Abro fuego!
Llora sangre nueva esta noche…
Juan Manuel Valitutti (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 117
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