Caballo de rejoneo,
caballero a la vieja usanza,
visten el ruedo de arte,
de años, doma y de gracia,
hasta que nadie discierne
¿quién torea, caballo o caballero?
Citando al toro, que acude,
quiebran e imponen sus leyes,
se torea ¡Si señor, con engaño!
Hasta rendir la bravura,
que ante tal fuerza, se impone
la maestría de hombre a caballo.
Mayte Andrade -Benicarló /Castellón-
De mi libro “Querencias Taurinas” ed. 2001
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