sábado, 19 de mayo de 2012

DESPROPORCIONADO

Desproporcionado.
Desproporcionado como un bolígrafo de treinta colores.
Como un peluche de quince cabezas.
Como un sprint de dos mil metros.
Como un botón con ochenta agujeros.
Como un nómina con treinta ceros.
Como un río con paperas.
Como una hipoteca a trescientos años.
Como una tarta con quinientas velas.
Como un político lamelibranquio y con la cartera llena de esternocleidomastoideos.
Como un caballo de siete ojos.
Como una nariz con quince agujeros.
Como un pínfano con orejeras.
Como un dildo de cinco centímetros.
Como un esputo de blandiblú.
Como una canción punky de veinte horas y quince minutos.
Como un escondite de diez centímetros.
Como un agujero negro con los ojos verdes.
Como un calvo con quince millones de pelos en la oreja izquierda.
Como un pitufo verde de doscientos metros de altura colgando con los muñones del balcón gótico de un antro de perversión.
Como una novia de ochenta años.
Como una foto de carnet de quince metros de anchura.
Como una carta de amor de diez toneladas de peso.
Desproporcionado como un llanto por nada.
Desproporcionado.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

No hay comentarios:

Publicar un comentario