LA CAJA DE FÓSFOROS

Llevo muchos años viviendo
dentro de una caja de fósforos
cuando abren la caja para prender uno
saco la cabeza y miro afuera, sólo miro
muchas veces tuve deseos de salir
pero siempre sentí miedo, mucho miedo
y me limité a ese pequeño espacio oscuro
que fue mi vida durante tanto tiempo
así me oculto de los problemas
y de las decisiones drásticas y dolorosas
que desde hace años debí tomar.

Un día le pedí a Dios una señal de su voluntad
y me hizo soñar y viu una enorme mano
arrancar de raíz un gran árbol
enseguida supe cuál era su mensaje
pero una vez más sentí miedo, mucho miedo
y seguí encerrado en mi caja de fósforo.

Ahora quiero salir, necesito salir
de nada ha servido ocultarme tantos años
debo enfrentarlo todo, sin temor.
¡Pero es tan difícil salir a la luz
cuando se ha estado tanto tiempo en la oscuridad!

Lo intento cada día, pero los mismos dedos
que antes trataban de echarme fuera
ahora me empujan hasta el fondo
para que esa pequeña caja sea mi ataúd.
Mas, no puedo morir, debo resolver mis viejos problemas
y tengo que salir para lograrlo, estoy dispuesto
no habrá dedos que puedan impedirlo
me voy a liberar de mi jaula de cartón y rayadera
ella no será más el escudo de mi cobardía
ni el presente olvido de mi tumba.

RAFAEL AMTONIO HERNÁNDEZ SÁNCHEZ -Cuba-