El mar se enamoró de la Luna.
Las personas del mar.
La mente de la libertad.
El poeta se enamora de un verso,
un verso de un poema.
Mis ojos lloran
si los labios que me leen
hacen que el corazón se emocione.
Me enamoré de muchas cosas.
De unas teclas y su melodía,
de un piano, unas partituras,
las olas del mar...
el resplandor de la Luna,
las estrellas...
De una rima y de su esencia.
Tanto amor me inspira a escribir
versos que escapan de mi boca
y de mi alma.
Me pregunto
hasta dónde pueden llegar mis versos.
Yo les doy alas.
Deseo que lleguen lejos...
Del libro Más allá del horizonte de Jéssica Arias Mingorance -Vila-seca (Tarragona)-
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