EN MEMORIA
-¡Buenos días, Amor! Yo te saludo
en el alba de pálidas estrellas
de estas auroras líricas. Son bellas
las nuevas flores de mi asombro mudo.
Son tus rosas las rosas de mi escudo
y tu alma, flor al viento en mis jornadas.
Tus palabras son cifras olvidadas
que remozan mi vieja fe de niño
y todo el esplendor de mi cariño
está en la clara luz de tus miradas...
-Buenos días, Amor. ¡Ya estoy aquí!
En la cumbre del día y de la brisa.
Te traigo lo mejor de mi sonrisa
en el cáliz de un sueño de alhelí.
Por darte lo que soy y lo que fui
-(rara historia de enfado y de veneno)-
he venido pisando sobre cieno
envuelta el alma por un cálido halo.
Vengo a olvidar lo que hubo en mí de malo
para darte... ¡lo poco que hay de bueno!
C- VEGA ÁLVAREZ -Villafranca de Córdoba-
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