Cuando no se qué decir, qué hacer,
sueño que abrazo gente,
que abrazo cuerpos,
organismos vivos y calientes,
aprendiz de todo soy.
De abrazos y caricias, aprendiz.
Yo, que no se abrazar con cariño,
que no se apretar hasta la última fibra de nadie,
sueño con gente que necesita ser abrazada.
Abrazar como acariciando musas
con cuerpo de violín.
Abrazar con los codos arrancados de los hombros.
Como si cien mil millones de bombillas
iluminaran el universo
con uno solo de mis abrazos.
Como soñando.
Y ver un lago helado,
con los patos colgando del hielo
como raíces secas
y abrazar el vaho de la niebla.
Abrazar llorando lágrimas invisibles
Y quebrar la sed con mis abrazos.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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